Cuenca no fue fundada, ni "descubierta", Cuenca ya existía cuando la colonizaron los españoles, y también cuando la conquistaron los incas. Sólo le cambió el nombre Guapondelig, Tomebamba y finalmente Cuenca, a gusto del virrey de Lima, español y conquense de nacimiento.
Entre un paisaje "gallego" de colinas, verdor, praos, eucaliptos y vacas pintas, se vislumbra desde el alto una hermosa ciudad colonial de belleza altiplánica.
Por primera vez, no hay chabolas de madera, caña o calamina, sólo casas de ladrillo y teja, no hay lodazales rebosantes de basura, ni un centro colonial decadente.
Catedral de Cuenca |
Un halo de optimismo y esperanza nos envuelve por primera vez en Sudamérica, en Ecuador, en Cuenca.
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En casa de Loreto, Esteban y Josefa nos hemos sentido como en casa. ¡Gracias!
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